¿Por qué debo de hablar sobre el tema del alcohol con mi hijo?
La comunicación es una parte vital en el aprendizaje y el desarrollo personal de tu hijo.
Lo que tú dices y lo que tú haces tiene una gran influencia sobre tu hijo, por eso estás en una posición excelente para asegurarte de que cuente con la información necesaria para tomar decisiones apropiadas en el futuro.
Aunque el tema del consumo de alcohol en ocasiones se trate en el colegio, es muy importante que lo trates desde el seno de la familia.
¿Cuándo debo hacerlo?
Lo mejor es que el tema surja de manera natural, aprovecha alguna noticia en algún medio o que tu hijo te haga preguntas. Trata el tema de forma que os haga sentiros cómodos y se genere un diálogo. Tendrás que estar dispuesto a escuchar opiniones que no te gusten y respetarlas.
Lo ideal sería que hablarais del tema antes de que tu hijo se inicie en el consumo o se enfrente a la presión de grupo para consumir.
¿Qué debo decirle?
Los adolescentes son conscientes de qué tipo de comportamientos son aceptables o no entre los adultos, de modo que es posible comenzar a educarlos a edades muy tempranas.
Cuando hables con tu hijo sobre el consumo de alcohol, lo importante es dar información objetiva como los efectos que tiene en el cuerpo, las consecuencias de su abuso a corto y largo plazo, como afecta a sus capacidades etc
A través de la información objetiva, desmontaremos sus ideas erróneas sobre el alcohol y su consumo, y les dotaremos de herramientas para tomar decisiones adecuadas para evitar los peligros asociados al consumo de alcohol.
¿A qué edad debo permitir que mi hijo beba?
Ninguna cantidad de alcohol es segura para los menores ya que el alcohol afecta en mayor medida a su organismo que está sin terminar de desarrollarse, por eso su consumo es ilegal.
Algunas familias permiten a sus hijos que prueben un poco de alcohol en su compañía en determinadas ocasiones. La decisión de permitir o no a tu hijo que consuma alcohol en casa, es solo tuya. Pero recuerda que cualquier consumo de alcohol para un menor de edad puede ser perjudicial.
Sea cual sea tu decisión, cíñete a ella y cerciórate de que tu hijo comprenda por qué beber alcohol puede ser peligroso para los menores. También debe saber que no puede comprar alcohol ni consumirlo si es menor de dieciocho años.
¿Qué puedo hacer cuando yo no esté presente?
A partir de los once años los niños empiezan a pasar cada vez más tiempo fuera de casa. Es natural que te preocupes de las compañías de tus hijos, y si son o no de buena influencia. Interésate por conocer a sus amigos, acógeles en casa, promueve en tu hijo un tipo de ocio positivo y acepta que tu hijo necesita contar con cierto grado de libertad.
Si te encuentras con la situación de que un día tu hijo llega a casa con síntomas de estar bebido, es fácil reaccionar de forma exagerada, pero procura controlar tus emociones y pospón la charla a otro momento en el que se encuentre en un estado de lucidez.
Muéstrale tu rechazo ante esa actitud y cerciórate de que conozca las reglas, lo que es aceptable y lo que no, y cuales son las consecuencias de no cumplirlas.
En mi familia ha habido casos de consumo abusivo ¿Debo prohibir que mi hijo beba?
Habla de manera abierta sobre los problemas que el consumo abusivo ha ocasionado en tu familia, y explica la diferencia entre un consumo moderado y un consumo abusivo en los adultos.
Explícale también por qué la ley prohíbe beber a los menores de edad y como el alcohol afecta a su desarrollo. Deja claro que para los menores, lo más recomendable es no beber nada en absoluto.
Recuerda que tú eres un modelo de comportamiento para tu hijo, por eso estás en una posición idónea para demostrar que es posible beber de forma responsable y con moderación cuando se tiene la edad suficiente.
Por ello tendréis que ser coherentes entro lo que le decís a vuestros hijos y vuestra relación con el alcohol.
Mi hijo adolescente bebe alcohol de vez en cuando ¿Qué consejos puedo darle?
Es importante hacerle entender que si no ha alcanzado aún la edad legal para comprar alcohol, está infringiendo la ley si compra alcohol o si pide a un adulto que se lo compre.
Debes explicarle por qué beber alcohol a su edad es peligroso, e intentar disuadirle de que lo haga hasta que sea mayor. Si no es menor de edad, puedes darle consejos para que reduzca al mínimo los riesgos:
- Recuérdale que puede decidir no beber y que muchos jóvenes así lo han decidido también.
- En el caso de que vaya hacerlo, que beba despacio y que nunca se tome una copa "de un trago".
- Que alterne las bebidas alcohólicas con refrescos o agua, o que simplemente opte por no beber.
- Que salga con amigos responsables y en quienes tenga confianza, y que no ceda a la presión de sus amigos para beber.
- Que te diga dónde va a estar y cómo va a volver a casa (transporte público, con un conductor alternativo, que otro padre que vaya a recogerles, etc.)
- Que te llame si pasa algo.
¿Puedo ayudar a mi hijo adolescente a que resista la presión de no beber?
Puedes ayudar a tu hijo hablando con él sobre lo que te preocupa, y escuchando lo que te diga. De esta forma podréis encontrar soluciones realistas entre los dos.
La presión ejercida por compañeros y amigos tiene una enorme influencia en esta etapa, cuando los adolescentes son más susceptibles. Los grupos cuentan con líderes y seguidores, y todos ellos deben respetar las "reglas". Hay que enseñarles a defender su punto de vista y a comportarse de acuerdo con su criterio, y no adoptando su conducta a lo que marque el líder del grupo. Siempre valorando las consecuencias de sus actuaciones y decisiones.
Si tu hijo posee todos los datos sobre el consumo de alcohol que necesita y cuenta con la capacidad necesaria para tomar sus propias decisiones, podrá adoptar posiciones inteligentes cuando tú no estés presente.
¿Cómo puedo saber si mi hijo adolescente tiene un problema con el alcohol?
A esta edad, es bastante normal que se produzcan cambios en el comportamiento que no tienen por que estar necesariamente relacionados con el consumo de alcohol. La adolescencia, las amistades y otras presiones afectan a tu hijo, quien, de cuando en cuando, se mostrará temperamental o deprimido. Sin embargo, hay algunos signos que sí podrían apuntar a un problema con el consumo de bebidas alcohólicas:
- Cambios de humor inexplicables.
- Largos períodos encerrado y solo.
- Pérdida de interés en sus aficiones y sus amistades habituales.
- Pérdida de apetito.
- Repentina pérdida de interés en su aspecto.
- Mala higiene corporal, olor de alcohol.
- Faltas a clase o al trabajo.
- Apariencia deprimida, inquieta o fatigada durante un largo período de tiempo.
- Siempre sin dinero.
- Huidas.
Si realmente existe un problema, procura encontrar y tratar la causa, no sólo los síntomas. ¿Se trata de una válvula de escape, de ceder a la presión de sus amigos, o de falta de orientación? Las posibilidades son infinitas, y no tienen por qué estar necesariamente relacionadas con el alcohol.
No dudes en buscar ayuda si sientes que has perdido el control de la situación o si los problemas persisten pese a tu apoyo. Algunos problemas, sin embargo, requieren la intervención de un especialista, sin la cual su resolución podría resultar imposible incluso para las familias más devotas y más capaces.