Un consumo abusivo de alcohol pude provocar diferentes consecuencias tanto a corto como a largo plazo. En el caso de los adultos, la mejor manera de evitarlo es educarse y sensibilizarse en el consumo responsable.
Intoxicación etílica o borrachera:
Se produce por un consumo abusivo de alcohol en un intervalo de tiempo, algunos de los síntomas son la dificultad de coordinación, dificultad de mantener el equilibrio, riesgo de coma etílico, visión doble o borrosa, mareos, vómitos, lenguaje alterado etc.
Cuánto mayor sea el consumo, más tardará el organismo en eliminarlo.
Un consumo abusivo de alcohol a largo plazo puede ocasionar diferentes problemas de salud:
Dependencia
Es la necesidad de consumir bebidas alcohólicas con dificultad para controlar su consumo. Se produce tras un consumo abusivo durante cierto tiempo. La consecuencia más clara es el Síndrome de abstinencia.
Síndrome de abstinencia
Son los síntomas que se producen cuando se deja de beber la misma cantidad de alcohol que antes se consumía. Algunos síntomas son: vómitos, alucinaciones, temblores, depresión, ansiedad, taquicardias, hipertensión, dolor de cabeza, insomnio, ansiedad, depresión irritabilidad, sudoración, desorientación, alteraciones de la memoria, etc.
Tolerancia
Es la adaptación del cuerpo a una sustancia, de manera que cada vez es necesario consumir mayor cantidad para sentir los mismos efectos que antes. Lo que hace que cada vez se consuma más, aumentando a su vez las lesiones corporales y cerebrales.
El consumo abusivo de bebidas alcohólicas tras un periodo de tiempo provoca enfermedades como la cirrosis, deterioro del sistema nervioso central, problemas cardiacos, cáncer de hígado, cánceres del tracto digestivo etc.